Un giro a mi vida

Pablo Álvarez

Aún estoy pendiente de hablarlo con mi psicoterapeuta, pero lo más previsible es que en los próximos días adopte una decisión trascendental: empezar a jugar al disc-golf. Es un deporte muy nuevo por aquí, que consiste en lanzar un disco volador («frisbee» lo llaman algunos) e introducirlo en una cesta elevada sobre el suelo. Como apenas hay gente que lo practique, estoy en condiciones de lograr mi gran sueño: ser uno de los mil mejores de Asturias en cualquier cosa. He hecho numerosos deportes, les he entregado muchas horas, he derrochado sudor e ilusiones, y todos ellos me han pagado con la misma moneda: la frustración. En toda mi vida sólo he cosechado un éxito deportivo: de pequeño gané un campeonato en mi pueblo, pero hace años que olvidé si era de ping-pong o de futbolín. Ahora puedo desquitarme: ser un pionero, estar un tiempo en la élite. Tengo asumido que, a medida que haya más jugadores de disc-golf, mi puesto en el ranking caerá de forma irremisible. Pero nadie me privará de mi minuto de gloria deportiva. Un disco, un vulgar disco, dará un giro a mi vida.

 

Para ver la noticia pulsa aquí.

CONTACTE CON NOSOTROS

Cualquier duda relacionada con el mundo del frisbee podrá ser resuelta ¿Quiere montar un campo? ¿Tiene alguna consulta sobre discos?